

El pueblo p´urepecha o purépecha emigraron del sur del continente americano y se establecieron en lo que ahora es territorio michoacano y donde aún sobreviven cerca de la región de Pátzcuaro dedicando sus vidas a la agricultura y ganadería. También son conocidos como Tarascos, que en realidad fue un nombre dado por los españoles, pues fue la primera palabra que entendieron y que quería decir "cuñado". En general fue un pueblo dedicado a labrar el cobre y su fama se debió a sus fieros guerreros que lograron mantener su reino fuera del dominio mexica.
Ya por aquellos tiempos se realizaban rituales al dios Huehuetéotl, el Dios Viejo y en un inicio sólo eran llevados a cabo por cuatro integrantes llamados P´etamutis o chamanes y el origen de este baile era puramente religioso y ritual. Recuerdo que cuando leí la información acerca de esta tradición, decía que el número 4 era representativo de infinidad de cosas tales como; los cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego); los colores de maíz (rojo, azul, blanco y amarillo), los rumbos (norte, sur, este y oeste); los colores primarios, etc., en realidad fue algo que me llamó mucho la atención y no podía dejar de mencionarlo.
Muy bien, regresando al sentido ritual... esta danza era realizada cada solsticio y equinoccio y era en honor a Tata Huriata (el sol). Se dice que uno de los cuatro chamanes llevaba mascara de joven y representaba a la estación entrante o naciente.
Cuando los gachupines entraron en tierras michoacanas quedó prohibida (como todas las tradiciones paganas por supuesto) y se ejecutaba a escondidas. Al paso del tiempo y con el desgaste de la tradición, era cada vez más difícil encontrar los cuatro chamanes juntos para realizar el rito y los conocimientos se pasaron a los más jóvenes para guardar y prevalecer el ritual.